Hace más de medio siglo, en 1965, el médico japonés Yoshiro Hatano calculó que, para gozar de una salud de hierro, había que caminar 10.000 pasos al día, entre siete y ocho kilómetros según la longitud de la zancada. El facultativo nipón apuntaba a que, además de prevenir dolencias cardiovasculares, así se quemaban el 20% de las calorías que ingeríamos diariamente.